Campana es el altivo y resonante nombre de esta aletargada, pequeña, calurosa y polvorienta población de Nicaragua enclavada en los confines de Chontales, en los límites con la Región Atlántica; rodeada de múltiples cerros que en lontananza reflejan su verdor, propia del exuberante trópico húmedo, y, que se localiza al pie del cerro del mismo nombre. Campana es un pueblo de calor húmedo sofocante, con un sol abrazador que calcina hasta la médula de los huesos; tiene una sola calle central que va de este a oeste y varias y pequeñas callecillas que la atraviesan y entre las que se ubica el caserío principal, el resto de las casas alejadas del pueblo y dispersas, están unidas entre sí por largos caminos peatonales y todo el conglomerado está rodeado de gran cantidad de fincas agrícolas-ganaderas cuyos caminos recorridos a pie o a caballo convergen en la población.